miércoles, 24 de marzo de 2010

LA GENEROSIDAD

"Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene...como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos" 2 Corintios 8:12 y 15
El apóstol Pablo le escribía a una iglesia en la ciudad de Corinto, desde el versículo 1 del capítulo 8 Pablo está defendiendo la ofrenda y hace una exhortación a la generosidad, todo esto con el fin de estimularlos para que solucionen los problemas y se unan en hermandad. Durante todo el 3 viaje de Pablo, él estuvo recolectando dinero para los creyentes pobres de Jerusalén, las iglesias de Macedonia dieron dinero a pesar de ser también pobres, y dieron mucho más de lo que Pablo esperaba. Los sobresaliente del dar no radica en la cantidad sino en el porqué y en el cómo damos.
Ahora esta iglesia de Corinto sobresalieron en todo: tuvieron fe, buena predicación (palabra), mucho conocimiento, mucha solicitud, mucho amor. Pablo lo que quería ahora era que ellos fueran líderes en el ofrendar. Él no les ordenó que dieran, sino que les hizo un desafío a probar su verdadero amor, el que profesaban.
La iglesia de Corinto tenía dinero, y parece que habían recolectado para la iglesia de jerusalén un año antes. Cuatro principios podemos ver:
1. La disposición para dar es más primordial que la cantidad a dar.
2. Debemos esforzarnos a cumplir con los compromisos financieros.
3. Si se da a personas con necesidades, ellas a su vez lo harán cuando estemos en necesidad.
4. Se debe dar como una respuesta a Cristo, no por lo que se pueda recibir como recompensa.
¿Cómo decidimos la cantidad a dar? El apostol Pablo a la iglesia de Corinto les da unos principios a seguir:
1. Cada persona debe cumplir con las promesas que hizo
2. Se debe dar tanto como sea posible
3. Se debe determinar la cantidad a dar
4. Y se debe dar en proporción a lo que Dios nos ha dado
Dios nos da de modo que podamos dar a otros. Pablo dice que debemos dar de lo que tenemos, no de lo que no tenemos. La ofrenda sacrificial debe ser responsable. Pablo queiere que los creyentes den con generosidad, pero no al extremo que los que dependen de nosotros (familia, etc) no tengan sus necesidades básicas cubiertas. Demos entonces hasta que nos duela, pero no hasta que le duela a nuestra familia y/o parientes que necesitan de nuestro apoyo económico.
Recordemos entonces que si damos poco recibiremos poco, no permitamos que la falta de fe impida que demos con libertad y de manera generosa. Hoy son aquellos los que lo necesitan, mañana podemos ser nosotros.
Que Dios nos ayude a entender y poner en práctica el dar, algo que realmente agrada a Dios...

martes, 16 de marzo de 2010

CONTAMINACIÓN

"Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro del corazón del hombre salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia (propensión excesiva a placeres sexuales), la envidia, la maledicencia (maldecir), la soberbia (altivez, arrogancia), la insensatez (prudencia, buen juicio). Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre." Evangelio de Marcos 7:20-23

Una mala acción comienza siempre con un simple pensamiento. Nuestros pensamientos pueden contaminarnos, llevándonos al pecado. Si damos cabida a pensamientos de lujuría, envidia, odio y venganza, esos pensamientos nos llevarán siempre a cometer malas acciones. Dios permita que no nos vuelvan indignos ante Él. Por eso Pablo aconseja en Filipenses 4:8: "Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad"

Hacemos todo lo que podemos para mantener nuestra apariencia exterior, pero lo que está en nuestro corazón es mucho más importante. Lo que seamos por dentro (lo que otros no ven) importa más a Dios. ¿Cómo eres por dentro? Cuando las personas se convierten a Dios cambian y en su interior son diferentes. Él continuará ayudándoles a que cambien si se lo piden. Dios quiere que procuremos siempre pensamientos y motivaciones sanas.
Nuestros malos pensamientos y afectos, palabras y acciones pueden deshonrarnos, de un conrazón corrupto salen cosas corruptas, apetitos y pasiones corruptas también.
Recordemos que para los judíos el corazón era el símbolo de la sede de las funciones racionales, entre los griegos, es la sede de los pensamientos y de las emociones. El Nuevo Testamento muestra un variado y múltiple uso del corazón dentro de la significación señalada.
El entendimiento espiritual de la ley de Dios, y la conciencia de lo malo del pecado, hará que el hombre busque la gracia del Espíritu Santo para suprimir los malos pensamientos y afectos que obran por dentro.