sábado, 13 de febrero de 2010

LA CONFESIÓN

La fe cristiana va más allá del conocimiento de lo que otros creen. Demanda que creamos. Cuando Jesús pregunta: "¿Y ustedes, quién dicen que soy?" (Lucas 9:18-21) es porque espera que sepamos responder. Ahora, Jesús les dice a sus discípulos que no debían decir que era el Cristo porque en ese momento no entendían del todo el significado de esta declaración, ninguino aún podía entenderla.

Todos seguían esperando al Mesías que vendría como un rey conquistador. Pero Jesús como el Mesías, tendría que sufrir, lo rechazarían, le golpearían, moriría y resucitaría. Cuando los discípulos vieran todo esto comprenderían el porqué de la su venida. Solo entonces estarían preparados para predicar las buenas nuevas alrededor del mundo.
En Lucas 9:22 se halla un punto sobresaliente en la enseñanza de Jesús a sus discípulos. Ahora, empieza a enseñar de manera clara y en específico acerca de lo que iba a ocurrir y lo que debían esperar, a fin de que no se sorprendieran cuando esto acontezca. Explicó que ahora no sería el Mesías conquistador, porque antes tendría que sufrir, morir y resucitar. Pero que un día regresaría en gran gloria para establecer su Reino eterno.

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